BIENVENIDO A CASA

01
Ago
08 bienvenido a casa

El que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Juan 3:3

SI YO PUDIERA tener una charla de corazón a corazón con usted en su casa, quizá me diría: «Estoy perplejo, confundido y desconcertado. He quebrantado las leyes de Dios, he vivido de modo contrario a sus mandamientos.

Yo pensaba que podía estar bien sin la ayuda de Dios. He tratado de tener mis propias reglas, y he fallado. ¡Cuánto

daría por poder nacer de nuevo! ¡Cuánto daría por poder volver a comenzar! ¡Qué diferente sería el camino que seguiría si pudiera!»

Si estas palabras resuenan como algo familiar en su corazón, quiero darle noticias gloriosas. ¡Jesús dijo que usted

puede nacer de nuevo! Puede tener ese nuevo comienzo que anhela. Puede llegar a ser una nueva persona, una

persona limpia y llena de paz, con sus pecados lavados.

UNA SALIDA

No importa qué difícil haya sido su pasado ni qué embrollado esté su presente. No importa lo oscuro que vea su futuro. Hay una salida. Hay una salida cierta, segura y eterna, ¡pero hay solo un camino! Ese camino es Jesús, quien dijo: «Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí» (Juan 14:6).

Puede seguir siendo miserable, maldispuesto, atemorizado, infeliz y disgustado con usted mismo o puede decidir ahora mismo que quiere nacer de nuevo. Puede permitir que se cancele su doloroso pasado y que tenga un comienzo nuevo, fresco y correcto.

Puede decidir ahora convertirse en la persona que Jesús aseguró que usted puede ser.

¿CÓMO PUEDE UNO NACER DE NUEVO?

Las siguientes preguntas que puede hacer son:

¿Cómo puedo tener ese renacimiento? ¿Cómo puedo nacer de nuevo? ¿Cómo puedo tener un comienzo fresco?

Aquí hay algunas pautas de la Biblia que lo ayudarán a nacer de nuevo aceptando a Jesucristo como Señor y Salvador:

PRIMERO, DEBE RECONOCER LO QUE HIZO DIOS.

Él lo amó tanto que entregó a su Hijo para morir en la cruz por usted… Hablamos de eso el mes pasado…

SEGUNDO, DEBE ARREPENTIRSE DE SUS PECADOS.

Jesús dijo que si no se arrepiente, morirá (Lucas 13:3). No es suficiente sentirse afligido. Arrepentirse significa apartarse del pecado y cambiar de actitud y manera de vivir.

TERCERO, POR FE DEBE RECIBIR A JESUCRISTO COMO SALVADOR Y COMPROMETERSE CON ÉL COMO SEÑOR.

Esto significa que dejará de tratar de salvarse y aceptará a Cristo como su único Señor y Salvador. Juan 1:12 dice: «Mas a todos los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios». Confíe en Él completamente, sin reservas. ¡Hágalo ahora mismo!

¡SÚBASE A BORDO!

Supongamos que usted decide viajar a Europa. Se pone en contacto con su agente de viajes, hace las reservaciones

correspondientes y compra el pasaje.

Prepara su equipaje y toma un taxi al aeropuerto. Allí entrega su equipaje, recibe su tarjeta de embarque y camina

hacia la puerta de entrada. Pero si se detiene ahí, nunca llegará a Europa. ¿Por qué? Le falta algo: ¡tiene que abordar el avión!

  • Saber acerca de Cristo no basta.
  • Estar convencido de que Él es el Salvador del mundo no es suficiente.
  • Afirmar nuestra creencia en Él no es suficiente.
  • Creer que Él ha salvado a otros no es suficiente.
  • Realmente no creemos en Cristo hasta que dedicamos nuestras vidas a Él y por fe lo recibimos como Salvador.

¡Tenemos que subirnos a bordo con Jesús!… ¿Por qué no lo hace hoy?

La Biblia dice: «He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación» (2 Corintios 6:2).

Si está dispuesto a arrepentirse de sus pecados y recibir a Jesucristo como su Señor y Salvador, puede hacerlo ahora mismo.

CÓMO COMENZAR

Quizás se pregunte: «Sinceramente quiero nacer de nuevo, pero ¿cómo comienzo?»

  • Haga una lista de todos sus pecados.
  • Confiéselos a Dios uno por uno y bórrelos, recordando que Jesucristo ha prometido perdonar.
  • ¡No esconda nada! Déselo todo a Cristo.

La Biblia dice: «Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad» (1 Juan 1.9).

A continuación, pídale a Dios que lo limpie de los pecados de los cuales no está consciente y que lo haga más sensible a los pecados ocultos en su vida: motivos malos, actitudes malas, hábitos malos, relaciones malas, prioridades malas. Quizás tenga que hacer restitución de algo si ha robado, o tenga que buscar a alguien y pedirle perdón por un mal que haya cometido.

De esta manera «muere a sus pecados» y participa en la muerte de Cristo en la cruz por usted. El apóstol Pablo dijo: «Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí» (Gálatas 2:20).

SU RESPUESTA

En este momento lo invito a inclinar el rostro o arrodillarse y decir esta oración:

Oh Dios, confieso que he pecado contra ti.

Lamento mis pecados. Estoy dispuesto a

apartarme de ellos. Recibo y confío en

Jesucristo como mi Salvador. Lo confieso

como mi Señor. De ahora en adelante quiero

vivir para Él y servirlo en la comunión de su

Iglesia. En el nombre de Jesús, amén.

Creo que Jesucristo es el Hijo de

Dios. Me comprometo con Él como el

Señor y Salvador de mi vida.

Amigo, si usted oró sinceramente, entonces ¡bienvenido al amor y la comunión de la familia de Dios!

 

Compártelo Con Tus Familiares y Amigos

Deja un comentario